 |
Selección de Grabado, Colección Permanente |
Grabados pertenecientes a destacados artistas nacionales como Nemesio Antúnez, Roberto Matta, Eugenio Dittborn, Roser Bru, Juan Downey, componen esta selección de la colección permanente del MAC que se exhibirá del 3 al 27 de Agosto en las salas del primer piso del museo.
Alrededor de 100 obras se exhibirán en esta muestra, la cual es sólo una pequeña selección de los más de 1000 grabados que componen la colección del MAC, considerada la más completa de esta disciplina en Chile. Fue durante la década de los años ‘60 que se realizaron en el MAC (bajo la dirección de Nemesio Antúnez) tres bienales (Primera Bienal Americana de Grabado 1963, Segunda Bienal Americana de Grabado 1965, Tercera Bienal Americana de Grabado 1968) de grabado internacionales cuyos trabajos participantes pasaron a engrosar -en su mayoría- esta colección, ingresando nombres de artistas como Downey y Dittborn, de quienes poco se ha exhibido su producción gráfica.

La presente muestra ha tomado como antecedente histórico la exposición de grabados realizada el año 1976 en el MAC retomando de ella varios nombres de artistas imprescindibles para este acervo histórico, a los cuales se agregaron grandes valores de la gráfica nacional como Guillermo Amaya, Carlos Hermosilla, Pedro Millar, Carlos Faz y Roberto Matta. En el catálogo de la época Enrique Solanich, en el texto introductorio, revisa históricamente la llegada del grabado a nuestro país: “En Chile, la gráfica inició su desarrollo y práctica hace tres décadas. En la antigua Escuela de Artes Aplicadas se instaló y funcionó uno de los primeros talleres gráficos. Junto al fomento intenso de las artes aplicadas y decorativas, se comenzó a enseñar la práctica del grabado, con todas las posibilidades que ofrece.

Allí se formó un grupo importante de artistas, quienes más tarde, de manera individual, realizan los primeros intentos gráficos y de diálogo con el público, a través de las ricas posibilidades que ofrece este medio. Años más tarde, aproximadamente en 1956, a semejanza del “Taller 17” que dirigía William Hayter en París, se abre en Santiago el “Taller 99”, que acoge las inquietudes de jóvenes artistas nacionales, deseosos de asimilar y conocer las técnicas gráficas...” . Agrega además, referente a sus propiedades: “Una de las características que ofrece el grabado chileno es que sus cultores han tenido la posibilidad de un trabajo creativo en la ilustración de textos y poemas.

Conocidas son algunas significativas ediciones que han realizado los artistas nacionales, y que han representado en algún momento a nuestro país, en eventos internacionales de gráfica... Creemos que la relevancia alcanzada por las artes gráficas hoy día, radica en su capacidad de multiplicar la obra en un número creciente de reproducciones, estableciendo así una nueva y profunda relación entre la comunidad y la hoja de papel sobre la cual el artista ha dejado un testimonio de sus visiones de la realidad”.

Habría que agregar a estos antecedentes históricos -relevantes para el desarrollo del grabado en Chile- la posterior fundación del Taller de Artes Visuales el año 1975 (inicialmente Taller Bellavista en 1974). Este espacio independiente para la creación vino a llenar el vacío del cierre del Taller 99 por el golpe militar, el cual posteriormente sería re-fundado con la vuelta a Chile de Nemesio Antúnez en la década de los años 80.

Amparado gracias a la mediación de la Vicaria de la Solidaridad, el TAV sólo pudo desarrollar trabajos gráficos para evitar controversias políticas, destacándose por crear un espacio inexistente para la investigación y experimentación de esta disciplina. Entre sus fundadores encontramos a Francisco Brugnoli, Pedro Millar, Juan Castillo y Virginia Errázuriz. Entre los participantes de la presente exposición destacan: Nemesio Antúnez (litografías y buril), Roser Bru (agua fuerte), Eduardo Martínez Bonati (xilografía), Marco Bonta (agua tinta y litografías), Delia de Carril (agua fuerte), Juan Downey (mixta y agua fuerte), Eugenio Dittborn (litografías), Juan Egenau (litografías), Lily Garafulic (agua fuerte y buril agua fuerte), Lea Kleiner (agua fuerte), Pedro Lobos (grabado en zinc, agua fuerte, agua tinta), Camilo Mori (agua fuerte), Carlos Ortúzar (serigrafía), Matilde Pérez (serigrafía), Julio Palazuelos (punta seca y buril), Santos Chávez (xilografía), Mario Toral (agua fuerte) y Eduardo Vilches (xilografía).
 |
|
|